Nuestro hábitat, la oficina; nuestro lienzo, el mundo. Desde caminar por una calle, ir a un supermercado, comer un perro caliente o conectarnos al mundo desde nuestro móvil, absorbemos todo lo que nos rodea y convertimos lo cotidiano en ideas geniales, innovadoras y creativas para nuestra marcas.
En este mundo salvaje con «miles de impactos», la fotografía puede abrirte las puertas a lo inesperado e inolvidable.